Edición
de 1910
Cuando leemos esos decálogos para la felicidad
que no se sabe muy bien quién ha escrito, a veces uno de los puntos nos llama
la atención.
A mí me pasó con un consejo especial: que me
aprendiera un poema de memoria para recitarlo en los momentos duros de mi
vida, como si fuera un mantra, como una sílaba sagrada, pero en largo...
Y me aprendí esta maravilla de Rudyard Kipling,
que me acompaña desde mis catorce años y siempre me sorprende cuando la recito
de nuevo...
SI...
Si puedes conservar tu buen sentido
cuando a tu alrededor la gente lo ha perdido
y de hacérselo perder te han acusado.
Si tienes fe en ti mismo,
más no por ello apartas de tu lado
a todos cuantos de ti siempre han dudado.
Si puedes esperar, sin cansarte de la espera,
y nunca difamar aunque hayas sido difamado,
o siendo odiado, al odio interponer una
barrera,
sin pretender ser por ello o muy bueno o muy
honrado...
Si puedes soñar sin caer en un ensueño que te
arrastre
y pensar sin dar cabida en tu talento al mal,
si puedes afrontar el Triunfo y el Desastre,
creyendo que los dos son falsos por igual.
Si sereno, escuchas la verdad por ti
enseñada,
convertida en mentira por boca de la gente,
o la cosa por la que diste tu vida pisoteada
y empiezas otra vez desde el principio,
sonriente...
Si en tus ganancias no ves más que un loco
albur de juego,
y puedes arriesgarlas de un golpe, a cara o
cruz,
y perdiendo, aprestarte a comenzar de nuevo,
buscando en las tinieblas, silencioso, otra
luz...
Si puedes aplicar tu corazón y tu nervio
nunca inerte
a impulsar lo que tus fuerzas ya no pueden
resistir
y continuar, luchando, al borde de la muerte,
por un milagro de tu voluntad que te grite
"¡has de vivir!"
Si puedes alternar con reyes, más también con
los humildes
sin perder nunca el sentido de una justa
equidad,
si ni amigos del alma, ni enemigos pérfidos y
viles
pueden con sus ardides jamás herir tu
dignidad.
Si puedes colmar cada minuto de tu vida con
el oro
de sesenta segundos de trabajo duro y noble,
tuya será la tierra con todo su tesoro
y, lo que aún vale más, hijo mío, serás un
HOMBRE.
Yo más que poemas, lo que tengo son canciones para malos momentos. Creo que en general, el arte nos hace la vida más soportable en los malos momentos.
ResponderEliminarUn abrazo.
EliminarLas canciones también son una pasada para superar momentos chungos. A veces me meto en el coche y canto a grito pelao, que es muy energético. O acabo llorando cual magdalenta, lo cual también desfoga un puñao (si no tienes una reunión diez minutos más tarde, claro).
Aunque también va muy bien un saco de boxeo ;-D
Personalizado con una foto enganchada con un poquito de celo, se acentúa el efecto "sanador"...
Je je je, todo es probar (bueno, yo ya lo he probado y funciona, ja ja ja).
Un abrazo (en realidad soy muy pacífica, eh...)
También es el poema favorito de mi marido. El final me encanta y siempre pienso que una persona capaz de ser como dice el poema, por lo menos es un ser iluminado. Me refiero a la iluminación en la que creen budistas y taoistas.
ResponderEliminarYo soy incapaz de aprenderme de memoria nada, también soy más de canciones. Si son rockeras, mejor.
También probé hace años con el saco, jeje, y también soy muy pacífica. El profe de taichí marcial se reía mucho con nosotras porque hacíamos todo el rato cachondeo con el dichoso saco.
Un petó molt gran!
Menos mal que me has aclarado lo del ser iluminado, ya me imaginaba yo un señor bajo una bombilla (de bajo consumo, por supuesto, que una es mú ecologista)
Eliminar;-p
Esto del saco va muy en serio, ja ja ja.
Petonassos!
Unas palabras que no pierden su vigencia y veracidad.
ResponderEliminarNo conocía el poema, pero lo comparto, y sobre todo lo guardo para la posteridad ;)
Saludos!
Cada uno de sus versos es digno de unos minutos de reflexión profunda... a mí me encanta.
EliminarSaludos, Mrs. So!
Precioso poema, me ha gustado mucho.
ResponderEliminarYo debo ser minimalista hasta para eso, pues más que poema tengo una frase, con mucha profundidad, y me la repito siempre, tanto en los buenos momentos como en los malos momentos, y es curioso darse cuenta que unas mismas palabras pueden causar efectos diferentes en la misma persona dependiendo del momento :D
La frase es: "Ésto también pasará", del cuento: El anillo del Rey.
Besotes!!
Me encanta ese cuento y la frase me parece super acertada, tanto en los buenos como en los malos momentos...
EliminarEres minimalista hasta para eso: una misma frase la podemos aprovechar para cualquier situación, eso es rentabilizar y lo demás son tonterías...
Y eso... un beso!