lunes, 30 de enero de 2017

De la brevedad de la vida



Me lancé la semana pasada a leer a Séneca, y el texto “De la brevedad de la vida” me dejó un poquito tocadilla…

El resumen resumío y la conclusión que saco de la lectura es que:

            La vida es breve.     
            No sería tan breve (o no nos lo parecería) si la aprovecháramos bien.



Ahora en serio:
Este hombre vivió hace dos mil años, y sus reflexiones son de lo más actual (qué lástima de humanidad, leñes, qué poco hemos aprendido).

Séneca cree que la vida no es breve. Dura exactamente lo que necesitamos para hacer lo importante, lo que ocurre es que perdemos el tiempo de la manera más absurda.

Ser avariciosos, darse a la bebida, arriesgarse en guerras o peleas sin necesidad, odiar o envidiar al prójimo, intervenir en las vidas ajenas, tener miedo, mantener conversaciones banales con personas que no nos aportan nada… son formas de dejar que nuestro tiempo se nos escabulla entre los dedos. …

Y ¿por qué los humanos hacemos esto? Según Séneca, porque no nos hemos parado a pensar en nuestro objetivo en la vida. Y si lo hacemos, creemos que tenemos tiempo de sobra, como si en nuestro fuero interno pensáramos que somos inmortales. Nos decimos a nosotros mismos que ya viviremos de forma virtuosa más adelante, cuando seamos más mayores, pero en realidad nadie sabe exactamente en qué momento morirá. Si perdemos el tiempo en cosas inútiles, cuando llegue la vejez sentiremos que se nos ha ido la vida sin aprovecharla. Si llega, que hay mucha gente que muere joven…

Los sabios no permiten que nadie intervenga en sus vidas, no pretenden fama ni riqueza, pues eso les obligaría a mantener relaciones sociales que no necesitan ni les apetece tener; sería una forma estúpida de perder el tiempo, que es nuestro tesoro más limitado.

Contando los momentos bien aprovechados como momentos “vividos”, podríamos afirmar que hemos vivido mucho menos tiempo del que hemos permanecido en este mundo.

Momentos bien aprovechados… ¿aprovechados en qué? Pues en disfrutar de paz interior, de la compañía de los seres queridos, de la tranquilidad de una conciencia limpia, hacer cosas que nos llenen de plenitud…

En el momento de la muerte, la gente se da cuenta de cómo ha dejado correr los días, intentando conseguir más dinero, más propiedades, más diversiones… sin embargo, en los últimos instantes, daríamos todo nuestro capital a cambio de un poco más de tiempo.


Ahora que todavía tenemos ese tiempo, ¿no deberíamos ser conscientes de él, y dedicarlo a cosas que nos resulten interesantes de verdad?



   

12 comentarios:

  1. ¡Cuánta razón! Y sin embargo, qué difícil nos parece resultar llevarlo a cabo.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, es difícil. Desde que terminé el libro ya he perdido un montón de horas en chorradas, y alguna otra en autoflagelarme por haberlas perdido.
      :-D

      Besos!

      Eliminar
  2. Cierto, siempre tendemos a perder nuestro tiempo en cosas que no valen verdaderamente la pena.
    De vez en cuando hay que pararse a reflexionar, "hacerse un Séneca", y recordar que no somos eternos y que el tiempo no perdona.
    Besos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Oye, esto de "hacerse un Séneca" me ha encantao, ja ja ja, creo que lo voy a usar...

      Besos!

      Eliminar
  3. Cualquier manera de aprovechar el tiempo es buena, sobre todo si tenemos un buen concepto del verbo aprovechar. Como siempre, todo es relativo, y lo que para unos es aprovechar, para otros supone desaprovechar. Cada cual debe saber qué significa para él aprovechar.
    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Aprovechar es emplear el tiempo útilmente. Si alguien considera útil pasar dos horas jugando al Candy Crush, otro puede pasarlas estudiando geografía. Hay gente pa tó...

      La cuestión es qué pensaremos sobre esto el día que nos muramos.

      Que igual estamos por otros temas ese día... no creo que venga a contaros nada en ese momento (el de mi muerte, digo).

      Besos

      PD - Uy, qué tétrico me ha quedao el comentario, ja ja ja.

      Eliminar
  4. Como buen Autista hago lo que me se dá la gana y los demás hagan lo que quieran. El tiempo no perdona pero el ahorita, nuestro presente es eterno: el que nunca llega es "mañana"...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Vive y deja vivir, muy bien, Jean Loup.
      No llega el mañana, pero el ayer... te recuerdo de mucho tiempo atrás, cuando eras un lobo.

      Saludos

      Eliminar
  5. Qué genio éste Séneca y en ello estoy de un tiempo para acá. En dejar todo lo que me hace perder el tiempo inútilmente, hacer lo básico para vivir y lo máximo para disfrutar. Espero poder seguir haciéndolo el resto de mi vida ^^

    Besote gigante!!! :*

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya llevas tiempo practicando... y doy fe que se te ve a gusto y feliz, y encima lo has extendido a tu familia. Guai.

      Besotes, Esther!!!

      Eliminar
  6. Pues a mí me han entrado ganas de aprovechar mi tiempo leyendo ese dichoso librito, que aún no ha caído en mis manos.
    Yo gasto mi tiempo más en deberes que en quereres... Algo tendré que hacer al respecto.

    Besos,
    Curvy

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola, Curvy preciosa! bienvenida a mi blog donde no se come, ja ja ja.

      Si te apetece leerlo, pero no sabes cómo adquirirlo, te paso un pdf. Creo que se han sobrepasado con creces los 70 años de derechos de autor que dicta la ley, je je je.

      Unos besotes grandes, guapa.

      http://www.juntadeandalucia.es/cultura/bivian/media/flashbooks/lecturas_pendientes/sobre_la_brevedad_de_la_vida/files/seneca.pdf

      Eliminar

Anda, no te cortes y suelta lo que piensas...

Tomaron café...


Contadores de visitas

Aviso:

La mayor parte de las fotografías publicadas en este blog han sido encontradas por Internet. Si el autor de alguna de ellas desea que la quite de mi página, por favor, que me lo diga en el comentario correspondiente dejando nombre y correo electrónico de contacto y será eliminada.
Gracias.